lunes, 19 de noviembre de 2007

El papel de la familia como germen de la convivencia


La escuela enseña y educa, pero no suple la parte de la enseñanza y la educación correspondiente a la familia como agente primario de socialización.

La familia es la responsable primera de la enseñanza de la convivencia, en su propio seno: desde la infancia se inculcan los valores que posibilitan un ambiente sano de convivencia; El mejor modo de educar en casa es el ejemplo: el respeto a los demás, respetar el turno de palabra, comprender al otro y respetarlo aunque no se esté totalmente de acuerdo, compartir, esforzarse, ayudar, respetar la autoridad y discutirla/rebatirla con argumentos si no se cree justa, fomentar el diálogo... Es decir, aprender a convivir en la familia como paso previo para poder y saber convivir en la escuela.

Que las estructuras familiares son heterogéneas es un hecho, al igual que la falta de tiempo que dedicar a los hijos, lo cual no significa que no se pueda aprovechar el tiempo del que cada uno disponga. Educar a un hijo es una gran responsabilidad y no es fácil puesto que se compite con otros agentes sociales muy atractivos para niños y jóvenes y que no siempre resultan ser educativos (medios de comunicación, nuevas tecnologías, nuevas formas de ocio y tiempo libre...)

Por ello, el papel de la familia es imprescindible, y complementario al de la escuela; Es necesario que ambos agentes interactúen en la educación del niño o adolescente; ésto sería ya de por sí un ejemplo de fomento del diálogo, estupendo ejemplo para los niños.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece un gran trabajo el que has hecho en este blog sobre la convivencia escolar.
Creo que es un aspecto que todos deber�amos tener en cuenta, adem�s de cuidarla, ya que en ella no solo incluimos a los alumnos, profesionaels de la educaci�n, medios de comunicaci�n,..., la sociedad en general, y como no, la familia, que como tu bien apuntas es un punto clave en todo ello, as� como tambi�n es imprescindible que ambas (escuela y familia)trabajen en unisono, para que haya unidad de criterios.
En definitiva en la convivencia escolar entramos todos.

Anónimo dijo...

Lo ideal para el desarrollo de la convivencia escolar es el trabajo conjunto de educadores y familia, ¿Pero que sucede cuando se camina en sentidos opuestos?
Debemos ser concientes de que existe una realidad en la que esto sucede, y en la que los educadores tenemos una dificil tarea que realizar.
¿Como podemos educar a un niño en la convivencia, cuando sus padres, principales modelos le muestran lo contrario?.

Anónimo dijo...

Una serie de puntualizaciones.
La familia no es sólo es primer agente de socialización y culturalización, sino que el responsable de la educación del niño, que delega en la escuela.
Peor no confundamos la ley con la realidad, la influencia de la escuela es mayor que la de la familia.
No es sólo el aprendizaje formal, sino el encuentro con iguales, las normas sociales de la cultura en que vive.
Quiero decir que si bien el papel de los padres es importante en la educación del niño, no es tan fundamental como se cree.
No podemos decir que una buena generación de estudiantes es obra de la escuela y una mala responsabilidad de sus familias.

Anónimo dijo...

Al igual que Susana en su artículo, considero a la familia como un agente primario de socialización. Por supuesto que la escuela proporciona educacion formal, relación con iguales... pero es dentro de casa donde deben iniciarse los cimientos para el posterior desarrollo social y educativo.
Una vez iniciado este proceso todos los agentes tanto escuela como padres deben trabajar de manera conjunta.

Anónimo dijo...

Yo pienso que el comportamiento con el resto de la sociedad (convivencia) parte de la familia y que se puede reforzar en la escuela. Como han comentado antes, me parece difícil que la escuela fomente buenos hábitos de convivencia, cuando desde la familia está dando un mensaje contradictorio.